Introducción

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Mucho más compatible con la ajetreada vida actual (o con la imposibilidad de desplazamiento por la pandemia). Esto lo hace asimismo más compatible con rutinas o bien horarios laborales difíciles.

Facilitar la conciliación, en tanto que ciertas personas tienen a su cargo personas dependientes que no pueden dejar solas en el hogar.

Accesibilidad a personas con imposibilidad de movilidad o bien que se hallen enfermas.

Privacidad, al eludir el tener que desplazarse a un gabinete sicológico o bien la situación de sala de espera que todavía molesta a ciertas personas.

Comodidad de estar en un ambiente agradable y seguro como es el propio hogar, que puede facilitar que nos abramos con mayor sencillez a explicar nuestras experiencias a nuestra terapeuta.
 

Lo primero es encontrar un terapeuta de confianza, como por ejemplo en Hablaquí.

Contar con un dispositivo electrónico y una buena conexión a Internet, como con software de conexión seguro.

Contar con de un espacio que nos resulte cómodo y con suficiente intimidad, donde podamos comunicarnos de forma privada con nuestra terapeuta, sin interrupciones ni distracciones.
 

Es verdad que en nuestro ambiente cultural aún hay bastantes personas reluctantes a decantarse por esta modalidad terapéutica y que prefieren terapia presencial. No obstante, en otras ocasiones la terapia presencial no está sencillamente libre por distintos motivos o bien sencillamente no hallamos un experto en psicología de nuestra confianza en nuestro ambiente inmediato.

En estos casos, es conveniente pararnos a examinar si nuestras reservas se corresponden con la realidad.

Por ejemplo:

“La terapia no será igualmente eficaz”: Abundantes estudios muestran que no existen diferencias en la eficiencia entre la terapia sicológica por Internet y la terapia presencial, siempre y en toda circunstancia y en qué momento las dos se desarrollen en las condiciones convenientes.

“Se pierde mucha información”: La mayoría de lo que pasa en una sesión de Sicología se desarrolla de forma verbal, a través de una charla. En consecuencia, es posible efectuar exactamente el mismo trabajo mediante videoconferencia sin inconveniente. Es cierto que asimismo hay un componente no verbal en la comunicación (la expresión facial, los ademanes, etcétera), mas mucha de esta información asimismo se transmite por medio de la cámara. Va a haber pequeños detalles que se pierdan, mas otros se van a ganar y en todo caso esto no afecta ni al tiempo terapéutico ni a la eficiencia de la terapia.

“Me preocupa la confidencialidad online”: La privacidad cuando uno asiste a terapia sicológica es esencial y uno de nuestros primordiales compromisos con nuestros clientes del servicio. Esto no es salvedad cuando efectuamos terapia por Internet. Tomamos todas y cada una de las medidas a nuestro alcance a fin de que la información intercambiada se haga con seguridad y privada, resguardando tu información en estricto cumplimiento de la Ley de Protección de Datos. Usamos un sistema de videoconferencia “peer-to-peer” singularmente respetuoso con la privacidad al impedir que los datos de la comunicación se guarden en ningún servidor.

La mayoría de personas pueden beneficiarse de la terapia sicológica por Internet, que ha probado exactamente la misma eficiencia que la terapia sicológica presencial.

Es verdad que hay algunas circunstancias que pueden requerir un análisis más detenido de la pertinencia de esta modalidad de terapia, por poner un ejemplo cuando existe ideación suicida o bien peligro de daño a otros o bien pérdida de contacto con la realidad. En estas situaciones, el sicólogo va a poder aconsejar la realización de terapia presencialmente, toda vez que esta alternativa esté libre. Sin embargo, es posible (e inclusive indispensable) tomar una serie de medidas de cautela que dejen atender a estas personas en unas convenientes condiciones de seguridad.