Introducción

Colombia es un país rico en todo sentido. Y la variedad étnica y por lo tanto de las lenguas es tan amplia que quizá muchos no conocen el potencial de tradición oral que cada uno de los grupos étnicos (indígenas, Afro colombianos, raizales, gitanos y mestizos) tiene para entregar, sobre todo si se tiene en cuenta la cantidad de habitantes de estos grupos que aun existen en el país.

Y justamente para proteger la diversidad étnica y cultural, la propia constitución de 1991 estableció que aunque el idioma oficial del país es el castellano, las lenguas y dialectos propios de los grupos étnicos son oficiales dentro de su territorio. De igual forma, se estableció que la educación a dichas comunidades étnicas, debe ser bilingüe. Así como el inglés se convirtió en requisito de las aulas educativas de todo el país, el español se imparte en cada una de estas comunidades.

En un esfuerzo por proteger y fomentar las lenguas nativas del país, el Ministerio de Cultura destinó mil millones de pesos en la implementación del programa de protección a la Diversidad Etnolingüística. Por su parte, instituciones universitarias como la Universidad Nacional ofrecen a sus alumnos de pregrado la profundización en tres lenguas nativas: el uitoto, el inga y el wayuu.

Colombia es cuna de grandes proyectos, ideas y sobre todo, de capital humano capaz de ofrecer lo menor para que el país sea un atractivo hacia el cual mirar. Su riqueza lingüística y la calidad de su educación lo convierten en un lugar de destino que no hay que perderse.