Orígenes de la palabra “informática”

La palabra “informática” surge de la unión de dos palabras de nuestro vocabulario: información automática. Al darle este nombre a la ciencia que estudia los ordenadores se pretendió reflejar el objetivo buscado: tratar la información de forma automática y racional.

Hoy en día, el ordenador es un elemento omnipresente en casi cualquier puesto de trabajo e incluso en multitud de hogares. Ha llegado a ser un elemento familiar, tan común como un microondas o una lavadora, pasando prácticamente a ser un electrodoméstico más presente en las casas. Estas máquinas emplean métodos automáticos (programas) para tratar la información de forma eficaz y rápida, ordenarla, dotarla de coherencia mediante gráficos o esquemas y almacenarla para usos posteriores.

Los ordenadores, como cualquier otra máquina, son sensibles de estropearse con el paso del tiempo o, en el mejor de los casos, quedarse obsoletos y necesitar una actualización de parte de sus componentes internos para cubrir las necesidades del momento (mayor velocidad, mayor capacidad de almacenamiento, etc). Para poder afrontar y solucionar con éxito este tipo de situaciones no son necesarios métodos excesivamente avanzados ni conocimientos profundos de informática, sino que con una base somera de la “arquitectura” de un ordenador (disposición de los elementos internos del ordenador y sus funciones dentro de la estructura organizacional del mismo), ganas, tiempo y un destornillador, podemos salir airosos de un gran número de problemas. Es por ello que vamos a ir viendo de forma detallada los diferentes componentes de la unidad central de un ordenador (también conocida como CPU, del ingles Central Process Unit), su utilidad, sus tipos y la forma en que se conectan entre sí.

¿Cuáles son los componetes internos de un computador? ¿Qué importancia tienen los componentes de un computador?