A lo largo de décadas, docentes de todo el mundo han utilizado la Taxonomía de Bloom como herramienta para establecer objetivos de aprendizaje. A pesar de las ideas simplistas atribuidas a Bloom, así como la asociación equivocada que se le hizo a su taxonomía con el conductismo, esta sigue teniendo tanta validez hoy en día que recientemente se le han hecho dos actualizaciones. Consulte aquí tanto la taxonomía original, como sus actualizaciones; una de ellas, adaptada a la era digital.
Han pasado más de cincuenta años y la Taxonomía de Bloom continúa siendo herramienta fundamental para establecer objetivos de aprendizaje. En el 2000 sufrió una revisión por uno de sus discípulos quien, para cada categoría, cambió tanto el uso de sustantivos por verbos, como su secuencia. Recientemente, el doctor Andrew Churches actualizó dicha revisión para ponerla a tono con las nuevas realidades de la era digital. En ella, complementó cada categoría con verbos y herramientas del mundo digital que posibilitan el desarrollo de habilidades para Recordar, Comprender, Aplicar, Analizar, Evaluar y Crear.
Artículo que lista los verbos que describen las conductas observables de los dominios cognitivo y afectivo en los Objetivos de Aprendizaje; y plantea la relación entre: objetivos, estrategias de instrucción y técnicas de evaluación.
Lista sencilla y fácil de aplicar que contiene 16 descuidos frecuentes, en los que incurren quienes utilizan producción intelectual de otros y desean hacerla pasar como propia.
Documento que compendia algunas pautas para el diseño efectivo de Objetivos de Aprendizaje. Incluye definición, características más importantes y obstáculos frecuentes en su formulación.
Definición del significado de algunos verbos que describen desempeños o acciones observables en el estudiante. Útiles para los educadores en la formulación de objetivos de aprendizaje para sus materias.
Esta prueba permite establecer de manera fácil y sencilla que tan adecuado puede ser un libro para estudiantes de 2° o 3° grado.