Artículos Formación TIC y empleo para los jóvenes: desafíos y posibles cursos de acción

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Formación TIC y empleo para los jóvenes: desafíos y posibles cursos de acción

https://eduteka.icesi.edu.co/articulos/siteal-formacion-tic-empleo

Formación TIC y empleo para los jóvenes: desafíos y posibles cursos de acción

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FORMACIÓN TIC Y EMPLEO PARA LOS JÓVENES

 

INTRODUCCIÓN
La revolución tecnológica e industrial en curso está cambiando ya, y lo hará en el futuro más radicalmente, las formas de vivir, estudiar, aprender y trabajar, y esto tiene importante incidencia sobre la juventud, sus capacidades y sus oportunidades de inserción laboral.

La convergencia de distintas innovaciones del campo de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) –tales como Internet ultra rápida, inteligencia artificial, Internet de las cosas, big data, las redes sociales, el nuevo ecosistema de medios digitales, la movilidad y la hiper-conectividad-, pero también de otras áreas como la nanotecnología, la biotecnología, la genética, entre otras, están contribuyendo a generar grandes transformaciones en nuestras sociedades, aunque su impacto sea diferenciado y heterogéneo al interior de nuestra región (CEPAL, 2015).

Es necesario destacar que el epicentro de esta revolución está fuera de la región de América Latina y el Caribe (ALC), que participa muy limitadamente en el desarrollo y producción de nuevas tecnologías a nivel mundial. Aunque en años recientes se ha verificado en nuestro medio una rápida y masiva difusión de las TIC -como Internet y de teléfonos móviles inteligentes-, lo cierto es que la economía digital todavía representa en nuestras economías una pequeña fracción del PIB total. Y principalmente, se observa una gran heterogeneidad dentro de la región entre países, sectores productivos y segmentos empresariales, destacándose por ejemplo un importante rezago de la digitalización en las Pymes. También se mantiene una gran asimetría de acceso y sobre todo de uso de las nuevas tecnologías entre sectores sociales: las profundas inequidades sociales de nuestras sociedades tienden a reproducirse en las nuevas brechas digitales, que afectan principalmente a los sectores de menores ingresos, habitantes de áreas rurales, desocupados, mujeres y también a la población de mayor edad.

De todas maneras, el mercado de trabajo ya está experimentando grandes cambios. Por un lado, muchos puestos de trabajo en determinadas actividades tradicionales están siendo destruidos, mientras surgen nuevas funciones y empleos en la llamada “nueva economía”; por otro lado, muchas formaciones y capacidades se tornan obsoletas y tienden a valorizarse otras.

Uno de las tendencias de la actual revolución tecnológica es la creciente exigencia de nuevos tipos de habilidades para poder aprovechar plenamente las nuevas herramientas en la vida cotidiana y también para poder insertarse en el mercado de trabajo. El problema es que, dado el acelerado ritmo de la innovación en el actual período, el desarrollo de nuevas capacidades no avanza tan rápido como el despliegue tecnológico. Y ello genera una situación paradojal: a pesar que en el mundo hay millones de jóvenes desempleados, los sectores y actividades de base tecnológica enfrentan crecientes dificultades para encontrar personas con las habilidades tecnológicas requeridas.

La UNESCO identifica, más allá de las habilidades técnicas específicas a las distintas profesiones, distintas competencias generales para el futuro, tales como: capacidad de resolución de problemas, capacidad de emprender y proteger el medio ambiente, disposición para el aprendizaje permanente a lo largo de toda la vida, capacidad de aprender a aprender, capacidad de resolución de conflictos y también capacidad de trabajo en equipo y vida en comunidad. Son competencias no apenas para el trabajo sino también para la vida en general, como se planteó recientemente en el Foro Global organizado por UNESCO-UNEVOC: “Competencias para el trabajo y la vida post-2015”. Es decir, para la UNESCO dichas competencias “no solo son necesarias para la empleabilidad, la productividad y la competitividad, sino para el desarrollo comunitario, la cohesión social y la respuesta a temáticas ambientales”.

Todo esto plantea una serie de desafíos y oportunidades a la hora de pensar caminos superadores de los problemas de educación, capacitación profesional y empleo que aquejan a buena parte de la juventud en nuestra región.

En América Latina y el Caribe viven cerca de 160 millones de jóvenes entre 15 y 29 años, un cuarto de los habitantes de la región. Pero según datos de la CEPAL, 4 de cada 10 jóvenes de 20 a 24 años no ha concluido la educación secundaria y sus tasas de desempleo son dos a tres veces mayores que las de la población adulta. Además, unos 30 millones de jóvenes en la región, cerca de 22% del total, no estudian ni trabajan en forma remunerada. La mayoría de ellos, en especial las mujeres, se dedican a labores domésticas y tareas de cuidado. Otra parte se encuentra desempleada o busca trabajo por primera vez, y un porcentaje menor posee alguna discapacidad.

Es decir que la región arrastra aún serios desequilibrios y desigualdades en la educación y formación de capacidades de las nuevas generaciones: a los problemas de acceso y deserción se suman reconocidas insuficiencias en el desarrollo de competencias de calidad, tan necesarias para su plena inserción y contribución al desarrollo de la sociedad del conocimiento. Además, si bien se han verificado importantes avances en inclusión educativa en las últimas décadas, estos progresos no se han traducido en progresos proporcionales en la inserción laboral de los jóvenes ni en un despegue del emprendimiento juvenil.

En septiembre de 2015 las Naciones Unidas adoptaron un conjunto de objetivos de desarrollo sostenible (SDGs por su sigla en inglés) a ser cumplidos hasta el año 2030. Los SDGs fijan un nuevo rumbo al desarrollo, siendo que el Objetivo 8 compromete a los países a “Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y trabajo decente para todos”. Por su lado el Objetivo 4 introduce una amplia visión de la educación y del aprendizaje a lo largo de la vida, incluyendo una educación y formación técnica y profesional de calidad y accesible en condiciones de igualdad para todos (UNESCO, 2015).

El logro de esos objetivos de empleo dependerá fuertemente de los avances que la región consiga en términos de transformación estructural e innovación, única forma de generar empleos decentes y emprendimientos productivos dinámicos. Pero a su vez, para avanzar en esa dirección, será crucial favorecer una mejor educación y capacitación profesional de los jóvenes, así como una dinámica de aprendizaje continuo y programas que faciliten la inserción laboral de los jóvenes.

Los progresos en el acceso a Internet han sido espectaculares en los últimos años en la región ALC, pero aún hoy una porción significativa de nuestra población no posee conocimientos informáticos básicos y muchas de los jóvenes que no han pasado de la educación secundaria carecen de capacidades digitales claves. Dicha carencia puede impedir a esos jóvenes utilizar creativamente los nuevos aplicativos digitales y participar plenamente en la sociedad del conocimiento. Por otro lado, la falta de capacidades digitales agrava las desventajas sociales y educativas, dificultando el aprendizaje permanente, la actualización de las capacidades y la inserción laboral adecuada. Es por eso que la noción tradicional de alfabetización debería pasar a englobar el conjunto de capacidades y competencias digitales y sobre medios de comunicación necesarios para vivir y trabajar en la sociedad del conocimiento.

Mejorar el nivel de formación y capacidades TIC de los jóvenes requiere de estrategias integrales y de largo aliento, con múltiples iniciativas en educación básica y superior, capacitación profesional e investigación, así como una nueva generación de políticas industriales y de innovación. El mercado por sí solo no podrá cerrar la brecha de capacidades digitales: las medidas públicas innovadoras y los acuerdos de colaboración entre los varios actores interesados deben ocupar un lugar central en las estrategias públicas.

Este documento analiza un componente importante de dichas políticas: los programas de formación y empleo juvenil en el área TIC, que han comenzado a ser implementados en algunos países de la región. Y sobre la base de las experiencias analizadas, propone algunos lineamientos que pueden contribuir a ampliar las iniciativas en esta área.

 

ÍNDICE

1 Introducción

2 Juventud y desempleo en América Latina y el Caribe

2.1. Nuevo escenario regional

2.2. Desempleo juvenil

3 Juventud y cultura digital

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4 El trabajo en la sociedad del conocimiento y la brecha de capacidades digitales

4.1. El trabajo en la economía digital

4.2. La brecha de capacidades digitales

4.2.1 Factores que inciden en la brecha de capacidades digitales en ALC

5 Experiencias con programas de formación y empleo juvenil orientados al sector de TIC

5.1. Los programas de formación y empleo juvenil

5.2. Iniciativas de formación-empleo juvenil TIC implementadas por ONGs

5.3. Iniciativas públicas orientadas a cerrar la brecha de capacidades digitales

5.3.1 Brasil: Brasil Mais TI

5.3.2 Argentina: Programa de Formación Profesional Gratuita en Software y Tecnología EMPLEARTEC.

5.3.3 México: MéxicoFirst

5.3.4 Colombia: Programa Talento Digital

5.3.5 Costa Rica

5.3.6 Reflexiones sobre las iniciativas públicas orientadas a cerrar la brecha de capacidades digitales

Hacia políticas integrales de formación TIC y empleo para los jóvenes en ALC

6.1. El contexto general

6.2. Lineamientos para nuevas iniciativas de formación TIC y empleo juvenil

Referencias

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REFERENCIAS:

  • CEPAL (2015): La nueva revolución digital: de la Internet del consumo a la Internet de la producción, Santiago de Chile.
  • UNESCO-UNEVOC (2014): Report “Global forum on “Skills for work and life: post-2015”, Alemania.
  • UNESCO (2015): “Mirando hacia 2030: fortalecer el desarrollo de competencias laborales, medio de un mejor futuro para todos. Reporte Final”. Foro Regional de la UNESCO para América Latina sobre Enseñanza y Formación Técnica y Profesional, Montevideo, Uruguay, 23-25 de noviembre 2015.

CRÉDITOS:
Esta es una adaptación de un documento “Formación TIC y empleo para los jóvenes: desafíos y posibles cursos de acción” escrito por Néstor Bercovich y Georgina Vivanco, publicado por SITEAL. Los resaltados en el texto corresponden a Eduteka y no son avalados por SITEAL. Las ideas y las opiniones expresadas en este documento son propias del autor y no representan necesariamente los puntos de vista de la Unesco, del IIPE y/o de la OEI. Las designaciones empleadas y la presentación de material no implican la expresión de ninguna opinión, cualquiera que esta fuere, por parte de la Unesco, del IIPE, o de la OEI, concernientes al status legal de cualquier país, territorio, ciudad o área, o de sus autoridades, fronteras o límites. Se permite la reproducción total o parcial del material, siempre que se cite claramente el nombre de la fuente, el nombre del autor, el título del artículo y la URL (http://www.siteal.iipe-oei.org), tanto en medios impresos como en medios digitales.

Publicación de este documento en EDUTEKA: Abril 18 de 2017
Última modificación de este documento: Abril 18 de 2017

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