El Pensamiento Crítico en Educación Básica y Media
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DESARROLLO DEL PENSAMIENTO CRÍTICO EN EDUCACIÓN BÁSICA Y MEDIA
Eduteka entrevistó nuevamente a Hipólito González Z. PhD., asesor académico de la rectoría de la Universidad Icesi. El Doctor González ha trabajado a lo largo de su exitosa vida profesional el tema de procesos de aprendizaje y, en especial, durante los últimos 10 años, el de procesos de adquisición de las destrezas intelectuales de orden superior entre las que se incluye el Pensamiento Crítico. |
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Ver artículoEDUTEKA (E): Doctor, hace algunos años, más concretamente en el 2002, conversamos con usted acerca de la iniciativa que venían trabajando en la Universidad Icesi para desarrollar y consolidar una serie de características intelectuales que distinguieran a sus egresados. Usted acaba de publicar un libro que compendia 10 años tanto de reflexiones sobre el Pensamiento Crítico en la educación superior, como de esfuerzos para medir avances en este campo ¿Qué nos puede contar con respecto al libro?
JOSÉ HIPÓLITO GONZÁLEZ Z. (JHGZ): Primero que todo, mil gracias por hacerme de nuevo el honor de ser entrevistado por ustedes, una organización que está haciendo muchísimo porque se mejore el nivel y la calidad de la educación en el país. Respecto al libro [2], como usted ha dicho, es el producto de 10 años de reflexión sobre la importancia y el significado del pensamiento crítico, y 10 años de paciencia reuniendo datos evaluativos sobre la evolución de la capacidad de pensar críticamente de los estudiantes de la universidad Icesi. El libro no es únicamente el resultado de un trabajo personal sino de un trabajo cooperativo en el que han participado directivos académicos y administrativos, profesores y estudiantes de la universidad, así como colegas y directivos de otras universidades. El libro consta de un prefacio, cinco capítulos y un prólogo escrito por el doctor Francisco Piedrahita P., rector de la universidad. El prefacio hace énfasis en la importancia del pensamiento crítico en la formación profesional y en la formación ciudadana, relacionándolo con la inmensa responsabilidad de los futuros profesionales no sólo en el ámbito relativamente limitado de su ejercicio profesional sino en sus actuaciones como ciudadanos ya que sus decisiones y sus juicios tienen, debido a la posición que ellos ocuparán dentro de la sociedad, el potencial de afectar otros individuos y de incidir, para bien o para mal, en la actuación de los diferentes agentes económicos o del estado. El primer capítulo presenta la elaboración del marco conceptual propio para el desarrollo de la capacidad de pensamiento crítico en nuestra Universidad. El segundo, presenta esquemática y sintéticamente nuestro planteamiento educativo. El tercero, muestra la congruencia o alineamiento que existe entre el planteamiento educativo y nuestro marco conceptual para el desarrollo y la evaluación de la capacidad de pensamiento crítico en nuestros estudiantes. El capítulo cuarto presenta los resultados de la investigación acerca de la evolución del pensamiento crítico en los estudiantes de la universidad, y, el quinto capítulo presenta las conclusiones y recomendaciones del estudio.
E: ¿Por qué es importante para una Institución Educativa contar con un marco conceptual sobre Pensamiento Crítico?
JHGZ: Realmente yo creo que toda institución educativa debería tener un marco conceptual muy claro para cada una de aquellas cosas que considera como fines últimos en su proyecto educativo. La claridad y solidez de un marco conceptual le permiten guiar sus acciones para obtener esos fines y le indica, o al menos le sugiere, formas apropiadas de evaluación para saber si se están alcanzando. Sin embargo, creo yo, que más importante que contar con un marco conceptual es que todas las personas dentro de la institución lo compartan, y no únicamente quienes están relacionados en forma directa con la planeación y la ejecución de la docencia sino por todas las personas, incluyendo el personal administrativo y el de servicios generales. Muchos de los más importantes fines últimos de la educación están relacionados con el dominio afectivo y con el desarrollo de actitudes o disposiciones en los estudiantes y estas se aprenden por modelaje y las formas de comportamiento, aún cuando pueden ser intelectualizadas, se adquieren básicamente del comportamiento de la totalidad de ese microcosmos que es la institución educativa.
E: ¿Cuáles son los propósitos más importantes para formar pensadores críticos?
JHGZ: Veamos si entre los dos podemos responder a esta pregunta. Consideremos que el pensamiento crítico se puede definir como un proceso intelectual que en forma decidida, deliberada y autorregulada busca llegar a un juicio razonable. Proceso que se caracteriza por un esfuerzo honesto de interpretación, análisis, evaluación, e inferencia de evidencias, y porque puede ser explicado o justificado a partir de evidencias y de consideraciones contextuales, conceptuales y de criterios en los que se fundamenta.
E: ¿Cuáles son los elementos operativos de esta definición?
Exactamente, primero, lo que se busca con el proceso, esto es, llegar a un juicio razonable; segundo —lo más importante— que al juicio se llega a través de un esfuerzo honesto de interpretación, análisis, evaluación, e inferencia de evidencias.
E: ¿Se considera, entonces, que si el individuo realiza este esfuerzo honesto para llegar a juicios razonables será capaz de tomar mejores decisiones tanto en el ámbito restringido de lo profesional como en el más amplio y tremendamente importante que corresponde a decisiones ciudadanas?
Exactamente, usted lo ha dicho, el propósito más importante es llegar a juicios razonables que le permitan al individuo tomar mejores decisiones.
E: ¿Cuáles son las principales características del pensador critico?
JHGZ: Como ya adelantamos en nuestra entrevista anterior, para pensar críticamente se requieren simultáneamente dos cosas. Un conjunto de habilidades o destrezas intelectuales y unas características o disposiciones personales. Las habilidades o destrezas intelectuales necesarias son: Análisis, Interpretación, Inferencia, Explicación, Evaluación y Autorregulación. Por otro lado, las características personales han sido muy bien definidas en la “caracterización de un pensador crítico ideal”, propuestas como resultado del denominado Proyecto Delphi en el que catedráticos de Estados Unidos y de Canadá, provenientes de diferentes campos del conocimiento, llegaron al siguiente consenso: “El pensador crítico ideal es una persona habitualmente inquisitiva, bien informada, que confía en la razón, de mente abierta, flexible, justa cuando se trata de evaluar, honesta cuando confronta sus sesgos personales, prudente al emitir juicios, dispuesta a reconsiderar y si es necesario a retractarse, clara con respecto a los problemas o las situaciones que requieren la emisión de un juicio, ordenada cuando se enfrenta a situaciones complejas, diligentes en la búsqueda de información relevante, razonable en la selección de criterios, enfocado en preguntar, indagar e investigar, persistente en la búsqueda de resultados tan precisos como las circunstancias y el problema o la situación lo permitan”. En la Universidad Icesi se viene evaluando la evolución del Pensamiento Crítico en sus estudiantes utilizando un instrumento conocido internacionalmente como CCTDI —The California Critical Thinking Disposition Inventory— que explora, para cada estudiante, su cercanía a la caracterización por consenso a la que se llegó en el Proyecto Delphi, a través de la utilización de siete escalas que corresponden a sendas características: Búsqueda de la verdad, Tolerancia, Disposición a ser analítico, Disposición al trabajo sistemático, Confianza en sí mismo como pensador crítico, Curiosidad intelectual y Madurez.
E: ¿Cuáles serían las habilidades fundamentales requeridas para el pensamiento crítico que se deberían y se podrían desarrollar en el nivel educativo de Básica y Media?
JHGZ: A ver, basado en nuestra experiencia en este campo —toda dentro de la universidad y trabajando por lo tanto con egresados de la educación media— yo estoy completamente convencido que existen dos capacidades que son absolutamente necesarias para el desarrollo del pensamiento crítico, sobre las cuales se debe trabajar en la educación preuniversitaria: comunicación y argumentación. Siendo imprescindible lo relativo a la comunicación. Una de las habilidades intelectuales para pensar críticamente es el razonamiento crítico, es decir la capacidad para el análisis, la evaluación y la formulación reflexiva de argumentos, la que a su vez requiere dos habilidades básicas: en primer lugar ser capaz de comprender los argumentos de otros y de presentar nuestros argumentos en tal forma que se facilite su comprensión y, en segundo lugar, ser capaz de identificar y de elaborar las conexiones entre pensamientos que conducen o que pueden conducir a conclusiones. Es evidente que para poder evaluar un argumento es necesario, en primer lugar, comprenderlo.
Si se trata de un argumento verbal es necesario saber leer, si el argumento se presenta por escrito, y saber escuchar, si el argumento se presenta en forma oral, bien sea esta dialógica o en una sola vía como es el caso, en general, de los diarios, de la televisión y de la radio. Por otro lado, cuando se elabora un argumento es necesario comunicarlo en forma clara, precisa y económica, para que pueda ser comprendido en toda su magnitud por el posible interlocutor o los posibles interlocutores.
Será necesario, entonces, saber escribir—si el argumento se presenta en forma escrita— y saber expresarse, si el argumento es dialógico o si se presenta a través de un medio de una sola vía.
En numerosas situaciones, sin embargo, un argumento, o parte de este, utiliza sistemas de signos diferentes a las palabras del idioma en el que esté siendo comunicado. Parte importante de un argumento puede estar constituida por información cuantitativa (porcentajes, fórmulas, gráficos, términos estadísticos o de probabilidad, tasas de cambio, etc.), cuyo significado es necesario interpretar y comprender, así esté presentada en forma numérica o gráfica.
En resumen, y relacionado con la capacidad de comunicación, todo egresado de la educación media debería haber desarrollado las habilidades de precisión y claridad en el uso del lenguaje (hablado y escrito), el desarrollo de la capacidad de razonamiento matemático, y la comprensión de las nociones básicas de estadística y probabilidad.
Además de lo que acabo de proponer con respecto a la habilidad básica de comunicación, pienso que en los niveles educativos de los que estamos hablando se debe trabajar más a fondo en lo que el Ministerio de Educación denomina la competencia argumentativa, así como en la competencia propositiva.
E: ¿Qué espacios u oportunidades de aprendizaje podrían implementar las instituciones educativas de Básica y Media para fomentar el desarrollo del pensamiento crítico?
JHGZ: Bueno, si usted considera mi respuesta anterior acerca de las habilidades fundamentales para pensar críticamente que podrían y deberían ser desarrolladas por los niveles preuniversitarios del sistema educativo, la respuesta es obvia: se deberían aprovechar todas las diferentes oportunidades que se presentan en todas las asignaturas para que el estudiante lea, polemice y escriba.
E: ¿Podría indicarnos algunas estrategias prácticas para lograrlo?
JHGZ: Yo creo que la mejor estrategia, que debería convertirse en política de la Institución Educativa, es proponer continuamente a los estudiantes la lectura de diferentes textos, algunos de los cuales incluyan datos e información de tipo cuantitativo, y la producción de textos argumentativos. Yo creo que el estudiante debe desarrollar, a través de esos ejercicios, la habilidad para decidir cómo aborda un texto dado. ¿Requiere una lectura analítica? ¿Requiere una lectura crítica? Una estrategia complementaria relacionada con la comunicación verbal es utilizar, en lo posible, actividades tipo debate, especialmente en las asignaturas que componen el área de Ciencias Sociales en los planes de estudio.
E: ¿Qué peso tiene en el desarrollo del Pensamiento Crítico la forma como se plantea en una Institución Educativa la relación entre estudiantes, docentes y materiales de estudio?
JHGZ: Mi posición personal es que la forma en que se plantee y se dé, en la práctica, la relación entre el conocimiento y el aprendizaje es definitiva. A riesgo de ser muy esquemático, yo diría que existen dos formas extremas muy características: lo que en general conocemos como la clase magistral en la que el actor central del aprendizaje es el profesor, y un planteamiento de aprendizaje activo en el cual el actor central y responsable de su propio aprendizaje es el estudiante. El propósito de un planteamiento de aprendizaje activo es muy simple: mover a los estudiantes de una posición de recipientes pasivos del conocimiento a participantes motivados por su propio aprendizaje. En términos de pensamiento crítico, a diferencia de un planteamiento centrado en el profesor en el que el estudiante enajena su posibilidad de aprendizaje, en un planteamiento de aprendizaje activo el estudiante tiene la posibilidad de desarrollar su responsabilidad y autonomía tan necesarias para pensar críticamente.
E: ¿Cómo influyen en el desarrollo y la consolidación de la capacidad de Pensamiento Crítico los modelos a emular que predominan en las Instituciones Educativas y en la sociedad colombiana en general?
JHGZ: La respuesta a esta pregunta sí es muy, pero muy complicada. Parecería que, como diría alguien, usted está intentando proponerme un pleito. Pero pensemos juntos. ¿Usted piensa que en términos de pensamiento crítico — que se caracteriza por habitualmente ser inquisitivo, bien informado, que confía en la razón, de mente abierta, flexible, justo cuando se trata de evaluar, honesto cuando confronta sus sesgos personales, prudente al emitir juicios, dispuesto a reconsiderar y si es necesario a retractarse—, existiría, dentro de los personajes visibles a diario —a través de la prensa hablada y escrita— algún modelo a emular en la clase política? ¿En los paramilitares? ¿En la guerrilla? ¿En el narcotráfico? Difícil, por no decir que imposible, de encontrar, ¿verdad? y ¿En el deporte? ¿En los sindicatos? ¿En el periodismo? De nuevo, muy difícil. Claro está, pienso yo, que la existencia de todos estos personajes visibles no es tan negativa como se podría pensar ya que precisamente sirven como contraejemplos y por lo tanto como modelos que no se deben emular. Creo yo, sin embargo, que sí existen miles de colombianos que podrían ser emulados pero que no son visibles en la sociedad colombiana. Estoy seguro que usted conoce algunos.
NOTAS DEL EDITOR:
[1] En Colombia, la Educación Básica se divide en Primaria (grados 1° a 5°) y Secundaria (grados 6° a 9°). La Educación Media corresponde a los grados 10° y 11°.
[2] Descargue, en formato PDF, el libro “Discernimiento: Evolución del Pensamiento Crítico en la educación superior, el proyecto educativo de la Universidad Icesi”. http://www.eduteka.org/Discernimiento.php
CRÉDITOS:
Entrevista concedida especialmente a EDUTEKA por José Hipólito González Zamora, asesor académico de la rectoría de la Universidad Icesi. Además, se ha desempeñado en esta Universidad como profesor e investigador y como vicerrector académico.
El Doctor González es Ingeniero Químico de la Universidad Nacional de Colombia, M. Sc. en Ingeniería Industrial de la Universidad de Stanford (Estados Unidos) y PhD. en educación de la Universidad del Estado de Florida (Estados Unidos).
Ha sido especialista Principal en Tecnología Educativa y subdirector técnico del Departamento de asuntos Educativos de la Organización de Estados Americanos, OEA; profesor e investigador en la Universidad del Valle (Cali), y jefe de proyectos en el Instituto de Investigaciones Tecnológicas (Bogotá). Fue miembro designado al Consejo Asesor de Ciencias de la Educación del ICFES y miembro Electo del Comité Interamericano de Educación de la OEA. Le fue concedido el título de Doctor Honoris Causa por la Universidad Federal Pernambuco (Recife, Brasil) y el de Profesor Emérito por la Universidad Icesi.
Su área de interés es el estudio de los procesos de aprendizaje y, en especial, el estudio de los procesos de adquisición de las destrezas intelectuales de orden superior.
Publicación de este documento en EDUTEKA: Junio 01 de 2007.
Última modificación de este documento: Junio 01 de 2007.